Sin automatización, la creación y el mantenimiento de sistemas tecnológicos a gran escala puede ser una tarea que requiera muchos recursos y conduzca a un mayor riesgo de errores manuales. La gestión de recursos y de la configuración es un método automatizado para dar mantenimiento a los sistemas informáticos y el software en un estado conocido y coherente.
Hay varios componentes en un sistema de gestión de configuración. Los sistemas gestionados pueden incluir servidores, almacenamiento, redes y software. Estos son los objetivos del sistema de gestión de la configuración. El objetivo es mantener estos sistemas en estados conocidos y determinados. Otro aspecto de un sistema de gestión de configuración es la descripción del estado deseado para los sistemas. El tercer aspecto principal de un sistema de gestión de configuración es el software de automatización, que se encarga de garantizar que los sistemas y el software de destino se mantengan en el estado deseado.
La principal ventaja de la gestión de la configuración es la consistencia de los sistemas y el software. Con la gestión de la configuración, ya no hay que cruzar los dedos y esperar que la configuración esté al día. Es correcta porque el sistema de gestión de la configuración garantiza que sea así.
Cuando se combina con la automatización, la gestión de la configuración puede mejorar la eficiencia, ya que los procesos de configuración manual se sustituyen por procesos automatizados. Esto también permite gestionar más objetivos con los mismos recursos o incluso menos.
La gestión de la configuración es importante porque permite escalar la infraestructura y los sistemas de software sin necesidad de escalar igualmente el personal administrativo para gestionar esos sistemas. Así es posible escalar donde anteriormente no era factible hacerlo.
Es habitual que las herramientas de gestión de configuración incluyan también la automatización. Las herramientas más populares son:
La gestión de la configuración y la gestión del cambio están estrechamente relacionadas, pero son términos diferentes. La gestión de la configuración se ocupa del estado de cualquier infraestructura o sistema de software en un momento determinado. La gestión del cambio, por el contrario, se ocupa de cómo se realizan los cambios en esas configuraciones. Pensemos en ello de esta manera: la gestión de la configuración es la configuración en un momento dado y la gestión del cambio es el proceso para proponer, revisar, implementar y potencialmente revertir los cambios a esas configuraciones.
DevOps abre la puerta a la innovación continua, el desarrollo rápido de software y las actualizaciones frecuentes de funciones y productos basados en software.